Nos decidimos a ponernos en contacto con vosotros; en primer lugar para
deciros que nos han hecho la prueba del coronavirus COVID-19 a todas las
hermanas y hemos dado negativo. “El Señor ha estado grande con nosotras y
estamos alegres”. Sí, estamos alegres porque podemos seguir sirviendo a los
Pobres en estos momentos de dificultad que toda la sociedad está viviendo,
pero ellos, de una manera más dramática.
Gracias a Dios y a la oración y generosidad de tantas personas buenas, entre las
que os incluimos a vosotros todos, estamos saliendo adelante con alegría y
esperanza, sabiendo que el Señor está entre nosotros y con Él no podemos
temer nada. Hay en el mundo muchas personas entregadas y buenas que se
preocupan de que a los pobres no les falte nada, vosotros todos, estáis entre
ellos.
Gracias por vuestro cariño y preocupación, a través del móvil nos llegan
vuestros mensajes que nos llegan al fondo de nuestro corazón y nuestra alma.
Nos emocionáis con vuestras palabras de aliento, cariño y preocupación por
nosotras. Vuestra oración, vuestro recuerdo constante y vuestra ayuda, nos dan
fuerza para seguir haciendo por ellos todo lo que podemos, y así será siempre.
Ojala pronto podamos volver a nuestra rutina diaria, eso sí, con un corazón
nuevo que nos hará vivir los acontecimientos con otro talante diferente, más
humano y más solidario. Creemos que de todo esto quedará una sociedad más
humana más comprometida y más solidaria.
Vosotros cuidaros mucho, nos vais a hacer mucha falta después de esta
pandemia. Los vicencianos tenemos que dar la talla, van a quedar muchas
personas en la cuneta y nosotros tenemos que ser su apoyo y su esperanza.
Oramos mucho por todos y cada uno de vosotros, por vuestras familias y
necesidades, no sé si lo notáis, pero nosotras lo hacemos con mucho amor y
confianza. Os echamos mucho de menos en todos los servicios Un abrazo muy
fuerte, aunque sea virtual, ya llegará el tiempo que sea de verdad.