Dia del Voluntariado Jornada de Convivencia
Con la colaboración del equipo de coordinación del voluntariado del Comedor Social de Triana, el pasado mes de octubre celebramos en la sede del centro un encuentro de voluntarios.
Era una buena oportunidad para que los voluntarios y voluntarias se encontraran fuera del tiempo que dedican a los distintos servicios que se ofrecen en esta Obra Social de las Hijas de la Caridad. Muchos de ellos no se conocen pues no coinciden ni los días ni los servicios en los que colaboran.
El esperado encuentro comenzó con unas palabras de bienvenida de Sor Purificación Diaz Triviño -directora del centro- a los asistentes, donde agradeció su presencia en el acto y el servicio desinteresado que regalan a diario a la entidad y a los acogidos que tendemos; puso en valor el esfuerzo y el compromiso del voluntariado con la casa, sin los cuales sería imposible llevar a cabo la labor social que se realiza, siendo por ello -les dijo- que no dejaran de sentirse parte importante del Centro.
Acto seguido comenzó la misa ambientada por el coro de jóvenes de las JMV, donde el oficiante padre Miguel en la homilía dejó un mensaje claro, el voluntariado que se ejerce en el Comedor no es un voluntariado cualquiera es un voluntariado con el espíritu Vicenciano, el propio que poseen las HH CC heredado de sus fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac.
Tras la misa, llegó el momento de los testimonios. Varios voluntarios de distintos servicios nos expusieron las tareas y las labores que realizan con los usuarios y lo que significa para ellos el ser voluntario en el Comedor Social de Triana: Rufino, ayudando en la acogida; Ana y Rafael como ayudantes en la preparación de alimentos; Nieves, como voluntaria del economato y Lourdes, que lleva tantos años como voluntaria que ha participado en todos los servicios, nos transmitieron sus experiencias de vida en los distintos equipos donde se encuentran realizando las tareas encomendadas.
Una vez recibida la bendición de despedida de la Eucaristía nos encontramos todos en el coqueto patio contiguo a la capilla, la buena temperatura, las macetas con plantas, la buganvilla y los jazmines con los rosales daban el ambiente perfecto para la reunión, la alegría de encontrarse no se hizo esperar, se creó un clima distendido y alegre donde estaba todo preparado para entre saludos y conversaciones, ir picando de una frugal pero fraternal comida donde pudimos estrechar lazos y conocernos para una mejor forma de hacer amistad con aquellos que tienen nuestra misma forma de sentir y actuar por el bien y mejora de la vida de los demás.
Con ese buen sabor de boca que dejó el encuentro entre los asistentes, se desea repetir periódicamente está actividad para fomentar la amistad y el sentido de comunidad entre el voluntariado del Comedor.
Gracias a todos y todas por vuestro compromiso con las HH.CC. para apoyar a tantas personas que necesitan de nuestra ayuda y cariño.
