Historia

En 1904, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y con motivo de la mayoría de edad del Rey Alfonso XIII, de la que era Augusto Hermano, se creó la Escuela y Cocina Económica de Nuestra Señora del Rosario. Se inauguró el 9 de mayo y se donó a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl el citado edificio, ubicado en el popular barrio de Triana en la calle Pagés del Corro nº 34.
 
La escuela estaba destinada al apoyo de la población infantil de familias necesitadas, siendo a principios de siglo Triana una de las zonas más marginadas de Sevilla. El comedor atendía a los escolares, sirviéndoles desayuno, almuerzo y cena.
 
El comedor gratuito tenía como función el apoyo a ancianos y transeúntes donde se les servía almuerzo y cena, haciéndose cargo de todas las atenciones y de su mantenimiento económico. En los primeros años de su existencia el comedor ayudaba aproximadamente a unas veinte personas. 
 

Tras la Guerra Civil española, las necesidades acrecentadas hacían que al comedor llegasen diariamente alrededor de seiscientas personas a comer.

La imperiosa necesidad de atender a cuantos allí acudían, aconsejaba a la comunidad de las Hijas de la Caridad de San Vicente a ampliar el comedor en beneficio no sólo de transeúntes y ancianos, sino también de familias completas.

Como apoyo a dichas familias también se entregaba el «cartoncillo», un vale con el que éstas acudían a la Sociedad de la Caridad, situada al otro lado del río, y mediante el cuál se les entregaba chocolate y azúcar. Los alimentos que se servían en el comedor procedían de la Junta de Abastos y de la pequeña huerta-corral con la que se suministraba leche a las familias necesitadas con hijos.

La Comunidad de las Hijas de la Caridad atendía tanto a la escuela como al comedor, consiguiendo parte de los ingresos, como hasta ahora, por medio de las hermanas dedicadas a la enseñanza. La panadería, que se había creado dentro del comedor y que abastecía a parte de Triana, ayudaba económicamente aunque con el tiempo, y debido al aumento de los costes, se clausuró.

A mediados de la década de los cincuenta, y pasados los años de grave penuria de la posguerra y de racionamiento, se redujo sensiblemente el número de atendidos que se situaban en veinticinco personas diarias.

A partir de 1980, y debido al aumento progresivo de los problemas de paro, marginación, drogas, alcoholismo y familiares, se incrementa la asistencia llegándose a una media de 140 personas. Esta afluencia desbordó las dimensiones del comedor, por lo que fue necesario montar cuatro turnos para atender a los comensales. Por entonces, ya se había suprimido la atención de la cena y se suplía con la entrega de bocadillos, motivado, entre otras causas, por los continuos altercados entre los asistentes que repercutían de un modo directo al reconocido y meritorio convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

En 1982 se inició la colaboración con las Cáritas Parroquiales y se organizaron los primeros voluntarios. Empezó una época en la que se trabajaba fuertemente para consolidar los servicios asistenciales. Durante el año 1985, se recibieron las primeras ayudas públicas procedentes del Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla.

 

El 8 de diciembre de 1989, tras la Santa Misa en la capilla del colegio de Nuestra Señora del Rosario, se inauguró el nuevo comedor cuyo coste fue sufragado por las Hijas de la Caridad y el menaje por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Esto facilitó que las comidas se pudieran efectuar en un único turno.

El 1 de octubre de 1990 se crearon los Servicios Asistenciales Vivencianos (Economato) para atender a las aproximadamente 50 familias que hasta ese mismo año venían a recoger comida al comedor.

En 1992, se llevaron a cabo las bases para un trato más personalizado, proporcionando a aquellos que acudían un carné de atención. Durante los años siguientes se produjo un espectacular incremento de comensales, cobrando especial relevancia el fenómeno de la inmigración. En 2001 ya son más de 172 personas, la media que se atiende diariamente en el comedor.

Hay que destacar como especiales acontecimientos la celebración del bicentenario del establecimiento de las Hijas de la Caridad en España en 1990 y la visita del arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo en 1991 con motivo del 400 aniversario del nacimiento de Santa Luisa de Marillac, fundadora de las Hijas de la Caridad.